Hoy se cumple un nuevo aniversario de aquel golpe, que a decir verdad había comenzado antes de su expresión tangible. Bastante antes ya habían comenzado las delaciones de compañeros en los lugares de trabajo, el “no te metas”, las señalizaciones de agitadores del “orden” y las emboscadas del ultraje. Las paredes de las fábricas empezaban a escuchar en secreto, los teléfonos eran pinchados y las universidades eran motivo de preocupación para esa suerte de cromagñones embrujados y porteros de la mala vida. Mucha gente simple empezaba a esconder sus libros, sus fotos y sus dogmas de fe, para no ser tomado por sorpresa después de la confesión en la iglesia de la esquina.
Otro capitulo de esta historia de impunidad está siendo escrita hoy por quienes fueron algunos de los “conductores” de aquella insurgencia popular fuera ésta gremial, política, artística o estudiantil y devenidos hoy en importantes empresarios y socios políticos de las minorías usurpadoras que sostuvieron el golpe, pueden vivir de rentas por el resto de sus vidas, vidas que muchos de sus delatados compañeros nunca pudieron retener en el marco de la coherencia conceptual con el que fueron construyendo el escalón que hoy muchos pisamos en todos los órdenes de quehacer social.
Dos generaciones enteras diezmadas, y otras dos afectadas en su libertad, y otras nuevas implorando aún memoria, exigiendo verdad y justicia.
Algo más de 1000 fueron las personas procesadas por causas tan escalofriantes como Secuestros y asesinatos de personas, coacción, extorsión, tortura, privación ilégitima de la libertad, proscripción, desapariciones, apropiación de bienes y robos de bebés.
Sólo menos del cinco por ciento fue juzgado bajo la complicidad del Stablishment político-económico-eclesiástico y apoyado con firmeza por los grandes medios de difusión masiva del país. Los instrumentos que todos recordamos fueron las leyes de Punto Final, Obediencia Debida y los decretos de Indultos que fueron dejando en pleno ejercicio del uso de sus libertades a ilustres nombres del crimen organizado de los cuales 40 ya murieron sin tener siquiera una sentencia judicial y podrían aspirar a tener su propio monumento…Además 46 están prófugos de la justicia.
De las 211 causas abiertas por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura
Sólo 139 siguen su curso y apenas unos pocos lograron una sentencia en primera instancia.
Nombres como Cristino Nicolaides, Cristián Von Wernick, Julio Simón, Miguel Etchecolats o Héctor Febrés que han recibido condena no deberían hacernos olvidar de los Astíz, los Videla, y los tantos que aún gozan de beneficios de esta frágil democracia.
Justamente el caso Febrés y la Desaparición de Jorge Julio López testigo de la Causa contra Miguel Etchecolats, nos muestran la fragilidad de la que hablamos y el nivel de complicidad vigente tres décadas después.
Causas como las que investigan el Plan Cóndor, las torturas en la ESMA, las Masacres de Margarita Belén en Chaco o de Trelew en el sur argentino, así como las desapariciones en las fábricas Mercedes Benz y Ledesma por mencionar algunos casos emblemáticos y aquellos nombres retinales en nuestra memoria que nos hacen saber que pasó en el Vesubio, en la escuelita, en el Olimpo, ó en el pozo de Banfield, ó quizá en el Sheraton de Villa Insuperable ó quien sabe en cualquier otro chupadero donde la oscuridad, la tortura, el terror, la extorsión, la soledad y la muerte se dieron cita de la mano de los tigres, los osos, los negros selva, los turcos y los tantos silencios que le servían de marco. Por algo será decían las conductoras de TV… Si, claro fue por querer cambiar, por soñar, por volar…
Desde esa profundidad lastimosa surgió el horizonte de futuro que nos trajo a muchos hasta acá. Muchas fueron las madres, las abuelas, los obreros, los estudiantes, los militantes… muchos fueron los que empezaron a construir No-Violencia para enfrentar esa violenta tormenta que azotaba a millones de indecisos. Muchos fuimos los que quisimos seguir soñando con la libertad expuesta, sin límite, sin trampas, sin semántica ni oratoria. La libertad como utopía inquebrantable.
La misma que nos permite recordar hoy que si no se unifican las causas contra los asesinos del pueblo, si no aparecen los archivos de los servicios de inteligencia que se robaron y si no podemos encontrar a Julio López, será muy duro el camino en busca de la memoria, la verdad y la justicia que todos nos merecemos.
DaMoS VoZ...
A LoS Que Un DíA FueRoN ObliGaDoS a CaLLaR...
Es que nos iremos
caminando despacio
por las calles y las plazas
como tristes baluartes de la
.............................. risa,
como turbias hilachas de una
...............................época,
como mansos enfermos por la
..............................muerte?
ó es que iremos totalmente pidiendo
por favor a las baldosas
una señal, un ALGO
de que agarrar la carne y revivir la
................................rosa?
(más adelante nada, sólo calles sonámbulas
y herrumbadas de olvido)
....................por ser tan pobres,
y ahogarnos los puños entre sollozos
Jorge de la Cruz Agüero fue desaparecido el 13 de enero de 1976. ..Tenía 17 años.
Hay solamente unos cuerpos
hace unas horas vivos.
Ahora dormidos.
Como te siento Argentina desangrada.
Hay solamente unas esperanzas.
Hace unas horas vivas,
ahora ametralladas, impotentemente dormidas.
El deseo congelado, la alegría atrofiada, el grito desparramado
en un lugar y en un tiempo.
Cómo te siento Argentina desangrada.
Claudio Epelbaum fue desaparecido a los 23 años. Desde su detención el 4 de noviembre de 1976 en Punta del Este, Uruguay. En la Argentina varios testimonios dan cuenta que los hermanos Epelbaum fueron vistos en el centro clandestino de detención denominado “El Banco”.
Meditaciones en la villa
Señor, perdóname por haberme acostumbrado
a ver los chicos, que parecen tener
ocho años y tienen trece.
Señor, perdóname por haberme acostumbrado
a chapotear por el barro:
yo me puedo ir, ellos no.
Señor, perdóname por no haber aprendido a soportar
el olor de las aguas servidas
de las que puedo prescindir y ellos no.
Señor, por enecender la luz
y olvidarme
de que ellos no pueden hacerlo.
Señor, yo puedo hacer huelga de hambre
y ellos no; porque nadie hace
huelga con su hambre.
Señor, perdóname por decirles
“no solo de pan vive el hombre”
y no luchar con todo para que ellos
rescaten su pan.
Señor, quiero quererlos por ellos y no por mí.
Ayúdame.
Señor, sueño con morir por ellos,
ayúdame a vivir para ellos.
Señor, quiero con ellos a la hora de la luz.
Ayúdame.
Carlos Mujica
El padre Mujica, como lo conocían todos era adherente del Movimiento de Sacerdotes por el Tercer Mundo. Ésta posición lo enfrentó con la cúpula eclesiástica, representada por el arzobispo Juan Carlos Aramburu, quien prohibió a los sacerdotes manifestarse en cuestiones políticas.
El viernes 2 de julio de 1971 una bomba estalló en su casa, pero nadie resultó herido.
Su trabajo pastoral lo cumplía por entonces, en la villa de emergencia de Retiro, donde además ayudaba a los moradores a organizarse para defender sus derechos.
El sábado 11 de mayo de 1974, a las ocho y cuarto de la noche cuando estaba a punto de subirse a su automóvil tras celebrar la misa fue tiroteado por un individuo con bigotes achinados. Éste individuo sería Rodolfo Eduardo Almirón, jefe de la loperreguista Triple A. Cinco disparos de ametralladora Ingram M-10 le afectaron el abdomen y el pulmón. El tiro de gracia lo recibió en la espalda.
Es titular de los diarios que la Abuelas han encontrado al nieto número 85 nacido en cautiverio durante el genocidio en Argentina...
Es necesario hoy
Al coraje de todas las Abuelas de Plaza de Mayo.
El horizonte impulsa el fulgor de otra mirada,
es necesario hoy un cielo más celeste
y tu pañuelo blanco en la mañana.
El horizonte asoma sobre una sábana mojada
y es necesario hoy tu rostro intenso,
abuela, madre, tía y hermana.
La plaza seguirá siendo de ustedes.
La lucha seguirá siendo su llama.
Una alegría inmensa invade al tiempo
en los ojos de todo un pueblo que las ama.
Néstor Elias
Del trazo que brotan los rostros del mundo.
2007. Ediones AqL/Colección quemar las naves